El carnaval es una de las fiestas más esperadas en Canarias. Dentro del programa de los carnavales ocupa un lugar privilegiado la fiesta de Los Indianos. Se trata de un evento de gran atractivo turístico que convierte a la isla de La Palma en un punto de encuentro para visitantes de todas partes del Archipiélago e incluso de la península. Es tal la envergadura de esta fiesta, que los alojamientos quedan completos desde muchos meses antes de la celebración de la fiesta.
Se trata de una tradición que tiene su origen en el S. XIX, después de que al puerto de La Palma llegaran los barcos procedentes de Cuba y de otros países de Latinoamérica cargados de los isleños que emigraron en busca de prosperidad. La tradición oral asegura que un cargamento de harina en mal estado quedó abandonado en el muelle, algo que fue aprovechado por los emigrantes recién llegados para tirarlo a su paso por las calles de Santa Cruz de La Palma. Ahora se conmemora ese día lanzando polvos de talco, mientras se pasea por la calle vestido de blanco, como los antiguos «indianos» con sus trajes de lino.
Pues bien, a pesar de ser una fiesta de gran tradición y que cuenta con el cariño de los canarios, también tiene sus riesgos, sobre todo para los ojos. El talco es un mineral en polvo que se usa con fines cosméticos y farmacéuticos. Con una gran capacidad para captar la humedad, al contactar con los ojos, pueden causar irritación, enrojecimiento, sequedad y picor, como efectos más inmediatos si entran en contacto con los ojos.
Los pacientes con enfermedades previas deben tener aún más precaución. Aquellas personas propensas a padecer ojo seco, blefaritis, conjuntivitis alérgica o dermatitis de contacto, pueden sufrir cuadros más graves, acompañadas de dolor, lagrimeo e inflamación. Así mismo, el contacto del talco con las lentillas puede llegar a producir queratitis, debido al efecto de los depósitos de este mineral en las lentes de contacto.
Si lo que queremos es prevenir estas afecciones, lo ideal sería acudir a esta fiesta sin lentes de contacto y con gafas protectoras, así como evitar lanzar polvos directamente a la cara.En el mercado podemos encontrar algunas que estéticamente son muy interesantes. En caso de que esto no sea posible, sería recomendable tener siempre a mano lágrimas artificiales. Debemos usarlas periódicamente y así evitar que el talco provoque las lesiones anteriormente mencionadas.