Hablamos de estrabismo cuando uno o más de los seis músculos que rodean a cada uno de nuestros dos ojos no trabajan de forma coordinada con el resto, dejando ambos ojos con distinta alineación. Cuando esto ocurre los ojos captan dos imágenes demasiado distintas lo que genera visión doble y confusión al cerebro. Cuando esto ocurre en bebés o niños, el cerebro resuelve la visión doble ocultando (Inhibición cerebral) una de las imágenes, usualmente la captada por el ojo “más débil”. Si esta situación se prolonga durante un tiempo, la visión del «ojo debil» no se desarrollará, algo que puede ser irrecuperable si no es tratado a tiempo. A esta pérdida de visión, o mejor dicho, falta de desarrollo de la visión, se le llama ambliopía. Otro nombre para la ambliopía es “ojo vago”. Por ello, la atención temprana a este problema es esencial. Normalmente se da en la niñez y es en este momento cuando debe ser corregido.
El estrabismo puede ser horizontal o vertical, según el ojo se desplace hacia uno de los lados o hacia arriba o abajo. También se dan casos en los que se presentan ambas combinaciones. El origen del estrabismo es multifactorial y puede tener un origen genético, derivado de un traumatismo, por tumores o por otro tipo de patologías, como las que afectan al tiroides. El estrabismo también puede ser un síntoma de un trastorno del sistema nervioso grave. Por ello, debemos tener muy presentes que se trata de un tema al que debemos prestar una gran atención.
Estas son algunas de las causas del estrabismo presentadas de forma esquemática:
- Diabetes (causa una afección conocida como estrabismo paralítico adquirido).
- Daños en la retina en los niños que nacen prematuros.
- Hemangioma cerca del ojo durante la infancia.
- Lesiones en el ojo.
- Tumor en el cerebro o los ojos.
- Pérdida de la visión asociada a cualquier enfermedad o lesión ocular.
- Trastornos del cerebro o las terminaciones nerviosas tales como una lesión cerebral traumática, parálisis, derrame cerebral o síndrome de Guillain-Barre.
La hipermetropía puede ser un factor determinante, sobre todo en los niños. Cualquier otra enfermedad que causa la pérdida de visión puede ocasionar estrabismo.
Los estudios científicos elaborados hasta el momento indican que si el estrabismo no se corrige antes de los 9 años, aproximadamente, la pérdida de visión puede ser irreversible. Es cierto que en muchas ocasiones los bebés recién nacidos pueden presentar un ligero estrabismo, aunque suele corregirse de forma natural a medida que el bebé desarrolla la capacidad de enfocar correctamente.
Alta tasa de éxito en el Instituto Oftalmológico Amigó
El tratamiento del estrabismo es muy variado, según las necesidades de cada paciente. En muchas ocasiones se puede resolver con entrenamiento visual, gafas especiales o tapando durante periodos variables de tiempo el ojo dominante (oclusiones). En los casos resistentes al tratamiento conservador, la única solución es la cirugía que suele tener un alto porcentaje de éxito total. En el Instituto Oftalmológico Amigó realizamos regularmente cirugía del estrabismo desde hace 25 años. Nuestra tasa de éxito es tal que resulta totalmente excepcional la necesidad de una reintervención.
No infrecuentemente el tratamiento del estrabismo se realiza con fines denominados estéticos dado que recuperar la funcionalidad visual del ojo afectado es improbable. Sin embargo la alteración en la relación con otras personas o grupos de personas, que provoca el estrabismo con la afectación psicológica que esto conlleva, es lo suficientemente frecuente como para justificar la indicación quirúrgica ya no con fines puramente estéticos sino de demostrado beneficio psicológico y en definitiva en la calidad de vida del paciente estrábico.