Un motivo de preocupación frecuente entre nuestros pacientes que genera múltiples consultas es el daño que puedan recibir sus ojos por el trabajo con ordenador y sobre si es conveniente o necesario algún tipo de filtro que proteja sus ojos de ese posible daño. Es probable que esta preocupación esté motivada por cierta información que pretende respaldar la venta comercial de filtros especiales para proteger la visión de usuarios expuestos a pantallas de ordenador y similares.
La Sociedad Española de Oftalmología (SEO) se ha posicionado recientemente en contra de los filtros azules para pantallas. Esta Sociedad científica asegura que «la evidencia actual no demuestra que la luz azul dañe el ojo y el beneficio de los filtros azules en la prevención de daños oculares por dicha radiación luminosa. No hay ningún estudio realizado en humanos, necesario antes de poder emitir una recomendación definitiva, acerca del daño de la luz azul emitida por las pantallas de visualización». Los oftalmólogos consideran que la recomendación de uso de estos dispositivos forma parte de estrategias de marketing que nada tienen que ver con la ciencia.
Por supuesto, este colectivo considera necesario realizar estudios en profundidad sobre este asunto. En un comunicado hecho público por la Sociedad indica que «si bien parece razonable la necesidad de realizar dichas investigaciones para establecer las medidas de salud poblacionales, actualmente no se puede recomendar el uso de pantallas de protección de luz azul como el Reticare para evitar un daño no demostrado en condiciones reales y en humanos por estos dispositivos».
El miedo como reclamo publicitario
Este pronunciamiento de la Sociedad que representa a los oftalmólogos españoles surge ante la intensa publicidad de los filtros de Reticare que utiliza el miedo como reclamo comercial. Este tipo de maniobras son consideradas, cuanto menos, éticamente reprochables, ya que se basa en estudios incompletos o directamente erróneos, donde no se ha tenido en cuenta la experimentación en humanos.
La Sociedad Española de Oftalmología se une ahora a la Asociación Americana de Oftalmología, el Comité Científico del Real Colegio de Oftalmología y al Consejo General del Colegio de Ópticos-Optometristas en su postura frente a este tipo de filtros.
Es interesante mencionar, que la Unión Europea emitió un informe oficial sobre la luz LED. El estudio señalaba que no existían pruebas de que este tipo de iluminación fuera dañina para los ojos o la piel, siempre que se cumplieran los límites de exposición establecidos en la actualidad.
«Actualmente el brillo de la luz azul procedente de las pantallas es inferior al 10% de la dosis máxima de luz que se consideraría peligrosa para la retina», según el posicionamiento científico europeo.