La cirugía plástica oftálmica orbitaria y de las vías lagrimales (o cirugía oculoplástica) es un área especializada de la oftalmología que se ocupa del tratamiento médico quirúrgico de las enfermedades de los párpados, el sistema lagrimal y la órbita (cavidad de hueso que rodea el ojo), y de la reconstrucción estética periocular.
Ya que dicha cirugía puede afectar nuestra capacidad visual, los cirujanos oculoplásticos son los más cualificados para realizar esta delicada cirugía y a la vez proporcionar cualquier cuidado que el propio ojo pueda necesitar.La gran mayoría de estos procedimientos se realizan en nuestro centro, bajo anestesia local asistida y en régimen ambulatorio (sin ingreso).
La gran mayoría de estos procedimientos se realizan en nuestro centro, bajo anestesia local asistida y en régimen ambulatorio (sin ingreso).
A continuación le describimos brevemente algunos de estos problemas de salud:
Algunas enfermedades inflamatorias, así como la edad y la menopausia producen una disminución de la producción lagrimal. La inflamación de las glándulas sebáceas alojadas en el borde de los párpados, también produce una ruptura y evaporación precoz de la película lagrimal.
A medida que la producción lagrimal disminuye, la superficie ocular comienza a secarse. El cerebro nota que el ojo está seco e irritado y envía una señal a la glándula lagrimal principal para que hidrate el ojo. Como resultado, el ojo seco paradójicamente lagrimea y se vuelve aguado.
Los pacientes con ojo seco notan lagrimeo intermitente durante actividades como leer, conducir, ver TV, uso de ordenador o cuando están al aire libre en un día ventoso. Todas ellas producen sequedad ocular porque los ojos parpadean menos durante dichas actividades.
El tratamiento del ojo seco incluye la sustitución de lágrimas por lubricantes artificiales, medicamentos como Restasis que disminuyen la inflamación de las glándulas lagrimales y mejoran la producción natural de lágrima, y por último, el taponamiento del drenaje lagrimal.
Existen otras causas de aumento de la producción lagrimal como alergias, infecciones o roce de las pestañas sobre el ojo. Todas estas alteraciones se pueden observar habitualmente durante el examen clínico.
Algunas enfermedades inflamatorias, así como la edad y la menopausia producen una disminución de la producción lagrimal. La inflamación de las glándulas sebáceas alojadas en el borde de los párpados, también produce una ruptura y evaporación precoz de la película lagrimal.
A medida que la producción lagrimal disminuye, la superficie ocular comienza a secarse. El cerebro nota que el ojo está seco e irritado y envía una señal a la glándula lagrimal principal para que hidrate el ojo. Como resultado, el ojo seco paradójicamente lagrimea y se vuelve aguado.
Los pacientes con ojo seco notan lagrimeo intermitente durante actividades como leer, conducir, ver TV, uso de ordenador o cuando están al aire libre en un día ventoso. Todas ellas producen sequedad ocular porque los ojos parpadean menos durante dichas actividades.
El tratamiento del ojo seco incluye la sustitución de lágrimas por lubricantes artificiales, medicamentos como Restasis que disminuyen la inflamación de las glándulas lagrimales y mejoran la producción natural de lágrima, y por último, el taponamiento del drenaje lagrimal.
Existen otras causas de aumento de la producción lagrimal como alergias, infecciones o roce de las pestañas sobre el ojo. Todas estas alteraciones se pueden observar habitualmente durante el examen clínico.
Dependiendo de los síntomas y de la gravedad de los mismos, su especialista le recomendará la pauta adecuada. En los casos leves, se puede recomendar un tratamiento con compresas calientes y antibióticos. En los casos más graves, se puede recomendar una intervención quirúrgica para evitar la obstrucción del conducto lagrimal (dacriocistorrinostomía o DCR). La DCR se realiza mediante la creación de un nuevo conducto lagrimal desde el saco lagrimal hasta la nariz, sobrepasando la obstrucción.
Un pequeño tubo de silicona se suele colocar temporalmente en el nuevo conducto para mantenerlo abierto durante el proceso de cicatrización. En un pequeño porcentaje de casos, la obstrucción se sitúa entre los puntos lagrimales y el saco lagrimal. En estos casos, además del procedimiento de DCR, el cirujano inserta un diminuto drenaje lagrimal artificial llamado Tubo de Jones. El tubo de Jones está hecho de cristal Pyrex y permite que las lágrimas drenen directamente desde el ojo hacia el saco lagrimal.
La DCR se realiza habitualmente en régimen ambulatorio. Los pacientes suelen notar algo de morado e hinchazón en el lado de la nariz que desaparece en 1-2 semanas. En general, esta cirugía tiene un éxito en más del 90% de los casos y la mayoría de los pacientes experimentan una resolución de los problemas de lagrimeo y secreciones una vez que la recuperación ha finalizado.
Los ojos son habitualmente la primera zona en la que los demás se fijan de nosotros, y son un aspecto importante de nuestra apariencia. Con la edad se puede perder la forma y el tono de nuestros párpados y aflojarse. La herencia y la exposición solar también contribuyen en este proceso. Esta piel en exceso, hinchada o laxa puede provocar una apariencia más cansada o de más edad de lo que corresponde. La cirugía de los párpados o blefaroplastia puede proporcionar a los ojos una apariencia más joven, eliminando el exceso de piel, la grasa abultada y el músculo laxo de los párpados superiores y/o inferiores. Si la piel floja del párpado superior obstruye la visión periférica, la blefaroplastia puede eliminar dicha obstrucción y ampliar el campo visual.
En los párpados superiores, el exceso del piel y grasa se elimina a través de una incisión oculta en el pliegue natural del párpado. Si el párpado está caído, el músculo que eleva el párpado superior puede ser tensado. A continuación la incisión se cierra con puntos muy finos.
La grasa en los párpados inferiores se puede eliminar o reposicionar a través de una incisión oculta en la superficie interna del párpado. Si se desea, se puede realizar a la vez un “peeling” químico o rejuvenecimiento de la piel con láser para suavizar y estirar la piel del párpado inferior. Si hay piel en exceso en el párpado inferior, la incisión se realiza justo por debajo de las pestañas. La grasa se puede eliminar o reposicionar a través de dicha incisión, y eliminar el exceso de piel. La incisión se cierra a continuación con puntos muy finos.
La blefaroplastia superior e inferior se pueden realizar a la vez, y también se pueden combinar con otros procedimientos tales como lifting de la frente o de cejas, lifting mediofacial, lifting facial, lifting de cuello, o rejuvenecimiento cutáneo con láser.
Ectropión significa que el borde del párpado inferior está rotado hacia fuera sin contacto con el ojo, lo cual deja el ojo expuesto y seco. Si el ectropión no se trata, puede producir lagrimeo crónico, irritación ocular, enrojecimiento, dolor, sensación de cuerpo extraño, formación de costras, secreciones mucosas y daño en la córnea debido a la exposición.
Normalmente esta alteración se produce por la relajación de los tejidos que está asociada a la edad, aunque también puede ocurrir tras una parálisis facial (ocasionada por Parálisis de Bell, ictus u otras alteraciones neurológicas), traumatismo, cicatrización, cirugías previas o cáncer de piel.
La superficie conjuntival interna húmeda se hace visible y queda expuesta. Normalmente, los párpados superiores e inferiores se cierran herméticamente, protegiendo al ojo de daños y evitando la evaporación de la lágrima. Si el borde de uno de los párpados gira hacia fuera, ambos párpados no pueden contactar de forma adecuada y las lágrimas no se extienden uniformemente por encima del ojo. Los síntomas pueden abarcar lagrimeo excesivo, irritación crónica, enrojecimiento, dolor, sensación de cuerpo extraño, formación de costras en el párpado y secreción mucosa.
Sí, el Ectropión se puede reparar quirúrgicamente. La mayoría de los pacientes experimenta una resolución inmediata del problema una vez que se ha realizado la intervención quirúrgica, con un leve malestar postoperatorio en algunos casos. Después de que su párpado cicatrice, su ojo se sentirá confortable y estará protegido de la cicatrización corneal, infección y pérdida visual.
Ptosis palpebral significa caida del margen del párpado superior (uno o ambos). Dicha caída puede producir una reducción en el campo de visión cuando el párpado ocluye la pupila parcial o totalmente. Los pacientes con ptosis suelen tener dificultad en mantener sus párpados abiertos; para compensar, elevan sus cejas con intención de subir sus párpados caídos. En casos severos, los pacientes con ptosis tienen que elevar sus párpados con sus dedos para poder ver. En los niños con ptosis palpebral se pueden ocasionar ambliopía (“ojo vago”) o retraso y limitación en el desarrollo de su visión.
Existen numerosas causas de ptosis: debilidad muscular relacionada con la edad, afectación congénita, traumatismos, enfermedades neurológicas… Con el envejecimiento, el tendón del músculo elevador del párpado superior, el cual es el músculo principal encargado de elevar el párpado, se puede estirar y producir la caida del párpado. Esta es la causa más frecuente de ptosis. Los niños pueden nacer con ptosis o producirse tras un traumatismo o alteración neurológica.
Sí, se puede corregir quirúrgicamente habitualmente tensando el músculo elevador del párpado superior para elevar el párpado. En ptosis severas, cuando el músculo elevador está muy debilitado, se puede realizar una operación “en cabestrillo” que permite que los músculos de la frente eleven el párpado. En los casos de ptosis pequeñas, se puede intervenir sobre el músculo que está en el interior del párpado (músculo de Müller). Su cirujano realizará una exploración que determinará la mejor técnica en cada paciente. El objetivo es elevar el párpado\s para conseguir un campo de visión completo y lograr una simetría entre ambos párpados superiores.
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