La catarata se forma principalmente por el paso de los años (generalmente a partir de los 60 años), o por otras causas como traumatismos e inflamaciones oculares. Lo normal es que el paciente se opere de cataratas cuando presenta disminución de un 50% o más de la visión y vea limitadas sus actividades diarias. La cirugía de catarata (extracción del cristalino introduciendo una lente artificial –LIO– en la cápsula que lo envuelve para restablecer la situación inicial de transparencia de la lente) hoy en día es muy frecuente, eficaz y segura. Pero existe una patología que puede presentarse meses o años después de una operación, ocasionando que la vista se vuelva borrosa como al inicio de la catarata.
La catarata secundaria es una opacificación de la capsula posterior del cristalino que ocurre tras la extracción de la catarata. Se debe al crecimiento de células entre su cristalino nuevo y la capsula que lo sostiene. No es doloroso, pero puede causar problemas de visión similares a los de una catarata original. Entre el 20% y el 50% de los pacientes en el periodo de cinco años posteriores a la cirugía de catarata sufre de cataratas secundarias (Royal College of Ophtalmologist). Es imposible predecir si un paciente desarrollará catarata secundaria o el momento en que esto ocurrirá.
Tratamiento de la catarata secundaria
La catarata secundaria se manifiesta por disminución de la agudeza visual tras una intervención anterior de cataratas. Rara vez ocurre dentro de los primeros tres meses y poco frecuente antes del sexto mes posterior a la cirugía. Actualmente no existe ningún tratamiento médico que pueda eliminar la catarata secundaria. El único tratamiento eficaz para solucionar esta patología es la técnica llamada capsulotomía.
Se trata de un procedimiento rutinario y ambulatorio que no requiere hospitalización. Es una técnica indolora para el paciente (las cápsulas como las estructuras de alrededor carecen de terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos) en el que, luego de dilatar la pupila, un haz de láser crea una pequeña abertura en la parte central de la cápsula, lo que permite que entre más luz al ojo restableciendo la transparencia en el campo visual, mejorando rápidamente su visión. La intervención dura solo unos minutos.
La capsulotomía es realizada con un rayo láser YAG (itrium-aluminio-garnet). Un tipo de láser basado en la fotodisrupción de tejidos. La alta potencia de este láser permite ionizar puntos pequeñísimos de tejido hasta romper sus átomos y convertirlo en plasma, (libera mucha energía en muy poco tiempo sin dañar al tejido contiguo) para lo que este tipo de láser es cuidadosamente enfocado sobre la estructura que se quiere perforar.