TRATAMIENTO DEL OJO SECO CON LUZ PULSADA

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Tratamiento del ojo seco en el Instituto Oftalmológico Amigó

Millones de personas en el mundo sufren de sequedad ocular. Las molestias que conlleva llegan a afectar a la actividad diaria y en definitiva a la calidad de vida del paciente.

El ojo seco es producido por una alteración de la lubricación natural de los ojos, alteración que se asocia a una lagrima de insuficiente calidad. Frecuentemente se convierte en una enfermedad crónica.

 

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Un factor clave en la calidad y eficacia de la lágrima es que no se evapore en exceso. Para ello es imprescindible una adecuada secreción grasa producida por las glándulas de Meibomio que se encuentran en el espesor de nuestros parpados. En ausencia de esta capa grasa protectora, la lágrima que recubre el globo ocular disminuye y es incapaz de mantenerlo húmedo. El resultado son los síntomas como sensación de arenilla y ardor que suelen aumentar a lo largo del día hasta producir una marcada incomodidad.

Para el tratamiento del ojo seco inicialmente se emplean lagrimas artificiales en forma de colirio. Su uso, diario y repetido, puede aliviar los síntomas especialmente al inicio de la enfermedad. Pero, con el tiempo, las lágrimas artificiales no pueden igualar a la calidad de una lagrima natural y mucho menos recuperar la función de las imprescindibles glándulas de Meibomio. Aquí entra en juego el efecto beneficioso de la luz pulsada.  Los estudios clínicos realizados sobre el tratamiento con luz pulsada y modulada indican una mejora significativa de la función de las glándulas de Meibomio obstruidas, mejora que repercute en la calidad de la lagrima natural. Esto permite una reducción significativa de los síntomas del ojo seco, mejora que no se puede alcanzar solo con el uso de lágrimas artificiales.

¿Cómo se administra el tratamiento con luz pulsada?

Para el tratamiento con luz se emplea un equipo diseñado y fabricado específicamente para tratar la sequedad ocular. Se administra en forma de sesiones realizadas en la consulta de unos 15 minutos de duración. Es indoloro y se aplica sobre la piel que rodea a los ojos y sobre ambos parpados cerrados. El numero de sesiones necesarias puede variar en función de cada caso.

¿Existen riesgos? 

Los riesgos que presenta el tratamiento con luz pulsada son mínimos. Pueden darse reacciones alérgicas leves al material sintético del equipo. Deben tomarse precauciones en los casos de pacientes embarazadas, antecedentes de epilepsia, la presencia de piercings metálicos o tatuajes en la zona periocular y evitar estar en tratamiento con fármacos fotosensibilizantes.

Tras el tratamiento con luz pulsada disminuye por lo general la frecuencia y necesidad de lágrimas artificiales. Pudiéndose repetir el procedimiento con el tiempo en caso de llegarse a repetir los síntomas.