La miopía es el defecto de la refracción más frecuente y consiste en un exceso de dioptrías. Esta excesiva potencia del ojo para enfocar hace que la imagen cercana quede enfocada permanentemente . Por esta razón, los miopes ven muy bien de cerca.
La operación de miopía es aconsejable normalmente a partir de los 20 ó 22 años, cuando el ojo ha madurado efectivamente. Es así por cuanto, a dicha edad, el ojo miope detiene su progresión, estabilizándose en adelante.
Existen diferentes técnicas de cirugía refractiva. La decisión sobre cuál de ellas es la más adecuada para el paciente depende de varios factores, como las características del ojo, el tipo de defecto, la cantidad de dioptrías, la edad y las propias expectativas del paciente, tal y como comentamos en un post anterior.
Expectativas en la operación de miopía
En el Instituto Oftalmológico Amigó, realizamos una serie de pruebas con carácter previo para determinar si el paciente es candidato o no a la cirugía. Una vez superadas las pruebas, concertamos cita para realizar la intervención.
Operación de miopía
Durante la operación de miopía, empleamos un láser muy sofisticado, el láser Excímer, con objeto de modificar la curvatura de la córnea, la lente que tenemos los seres humanos en la superficie del ojo, y de esa manera producir un cambio en ella que corrija las dioptrías de miopía, hipermetropía o astigmatismo.
Al contrario de lo que puede pensarse, la operación de miopía es muy sencilla y eficaz, permitiendo incluso que los pacientes puedan retomar su actividad diaria rápidamente.
El IO Amigó estudia cada caso de forma personalizada, desaconsejando la intervención si se sabe de antemano que muy difícilmente el paciente va a dejar de necesitar gafas o, tomando muy en cuenta las expectativas, si los resultados no van a ser suficientemente satisfactorios como para justificar la cirugía.
Post operatorio de miopía
No obstante, de cumplir todos los requisitos, las posibilidades de ganar en calidad de vida son muy altas.